Asistí a una comida familiar, éramos primos y primas solamente. Se preguntarán qué tiene de particular que fuéramos solo primos. Pues bien, para que me entiendan provengo de una familia MUY GRANDE, formada de 14 miembros (mis dos abuelos maternos y 12 hijos); así es que si sacan cuentas somos un chingo de primos de todas las generaciones; desde primos(as) de la edad de mi mamá hasta primos de 6 años… y no miento, lo juro!!!
Me encantó verlos porque teníamos un buen tiempo que no nos reuníamos, por x o por y, no habíamos coincidido, pero esta fue un buen pretexto para ello.
Me fascinó vernos ya GRANDES, todos más viejos, más gordos, otras más delgadas, la mayoría felizmente casados y otros sobreviviendo; otros con bebés y otros en plena espera. Por cierto, felicidades primoss!!! Pasa el tiempo tan rápido, y la familia sigue creciendo.
Wooww qué chido es regresar el tiempo y recordar esos “años maravillosos” que nunca se van y siempre están presentes en nuestras conversaciones.
Cuando éramos niños, algo traviesos pero inocentes al fin, jugábamos futbol, niños y niñas sin distinción de sexo, todos éramos iguales; cómo nos raspábamos las rodillas y los codos jugando tochitos, las cebollitas, el burro saltado, los quemados y le podría seguir…
La temporada que más disfrutábamos era Navidad. Ahhh, porque era ley que el 25 de diciembre, llegáramos a casa de mi abuelita con todos nuestros nuevos regalos y presumírselos a todos!!! No faltaba que nos regalaran lo mismo; la misma Barbie, la misma casa del árbol, el mismo tren, la misma autopista… Lo importante era convivir, sacarlos de las cajas y mostrárselos a todos!!
De todo ésto y más, charlamos en esa comida. Recordamos tantos bellos momentos que pasamos de las sonoras carcajadas hasta las silenciosas lágrimas… Por lo que concluimos que la mejor etapa de nuestras vidas fue precisamente ésa: nuestra linda e inolvidable niñez.
GRACIAS A TODOS LOS QUE FORMARON PARTE DE LA MÍA!!!
Chaitoo.
© lunes, octubre 30, 2006.
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