Jelouuuu, queridos méndigos mustios e indefensas mustias. Después de un par de blogs algo intensos y eróticos, me detengo y hago una pausa. La mustia ha regresado, pero ha regresado RECARGADA, jajaja.
Supongo que a todos y a todas, nos han hecho la clásica pregunta ¿y tú en qué te fijas en un hombre y/o mujer? (respectivamente), pues bien aquí las tienen:
Respuesta de las Mustias:
La trillada y muy gastada respuesta de las mustias mujercitas es, tatatatánnn… en los OJOS. Bueno algo hipocritonas ellas, pero aclaran diciendooo que en la mirada está la verdaaaaaa!! Vaya, vayaaa me salieron videntes mis mustias!!!
Respuesta de los Mustios:
Directo y al grano. En dos puntos centrales; bueno en tres (malos pa´ las matemáticas) que son: bubi derecha, bubi izquierda y trasero. Respuesta concisa, directa y franca. Ohh sí, ellos no se andan por las ramas… bueno a excepción de cuando andan algo ebrios.
A ver mustiass… hablemos a calzón quitaoo y lanzo una pregunta al auditorio!! ¿Realmente nos fijamos en la mirada y en los ojos en un hombre? Vaya que si somos, NO mustias, RE-MUSTIASSS!!
Patrañass nos fijamos en lo mismo que ellos, sólo que somos aún más detallistas que ellos: que si es alto o chaparrito; que si es gordo o está mamaoo (por aquello de que se metió al gym); con artoo (sinónimo de abundante) cabello rizado o peloncito; que si calza grande o llegó tarde a la repartición de buenos pies… Abro paréntesis (mustios, eso de que tienen “pata de hombre de las nieves” ya ni su santa mamacita se la cree porque ya está más que comprobado que es un mito, así es que ahórrense el comentario, okey?); que si tiene nalga o que si no saben si las tienen porque nada más no se las encuentran!!
Ahhh, hay otras muchas mustias que también se suelen fijar en que si tienen auto deportivo, que si tienen colección de tarjetas de crédito de todos los colores, que si son de buen apellido… qué hueva, pero de que las hay, las hay... y etc, etc.
¿Verdad que sí somos refijadotass?? Somos igual o más que ellos.
A título personal, aunque no me crean, esta mustia se fija en las MANOS… así como lo están leyendo esos mustios ojitos… Ohh sí, en esas manos que pueden hacer maravillas. Las manos son el reflejo fiel de lo amado, de todo lo trabajado, de lo sufrido y también de lo inmensamente gozado. En ellas encontrarás mustia mía, la diferencia entre un verdadero mustio y un mal amante…
© Miércoles, 16 agosto, 2006.
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